lunes, 23 de diciembre de 2013

Album grande de dibujos, de comienzos de los años setenta

Se han conservado varios cuadernos de dibujos realizados por Manolo Safont entre los años 50 y 70 del pasado siglo. Aparte hay también un número significativo de dibujos sueltos, alguno de los cuales llega hasta comienzos de los años 80.

El dibujo es una parte importante en su obra, probablemente la faceta menos conocida, pero conforme nos adentramos en el estudio del conjunto de su producción, puede afirmarse que los dibujos, a veces unos pocos trazos, son esenciales para entender su manera de trabajar así como algunas de las ideas que marcaron buena parte de su vida, no solo en el plano artístico sino también político y social.

De los diferentes cuadernos de dibujos conocidos, el de mayor tamaño es uno que contiene dieciocho dibujos, ninguno de ellos firmado, tampoco ninguno fechado, pero de esos dibujos uno es un interesante boceto para uno de sus cuadros más importantes fechado a comienzos de los años 70.

No podemos decir, sin embargo, que todos se realizaran al mismo tiempo, o en un periodo de tiempo más o menos largo, porque en buena parte no se corresponden con trabajos plasmados en cerámica, como sucedió con los dibujos de otros cuadernos, que aprovechó en mucha mayor medida.

Algunos dibujos de este cuaderno son bellísimos. Uno de ellos, que titulamos <<El grito>> de manera totalmente artificial, ya fue objeto de una entrada en este blog meses atrás, pero otros que se dan a conocer ahora por vez primera no son piezas menores.

Los trece dibujos figuran a continuación en el mismo orden en que los encontramos en el citado album grande. Hemos de confesar, sin embargo, que en algun caso es realmente difícil saber si Safont imaginó la composición en vertical o en horizontal y ante la duda se ha mantenido en horizontal, por ser la posición que parece más lógica y cómoda a la hora de dibujar sobre este album. Como puede suponerse, es una interesante cuestión a estudiar y en su caso adoptar un criterio distinto.
















































































sábado, 30 de noviembre de 2013

Mujer desnuda recostada

En el año 1959 Manolo Safont compaginaba su trabajo, dedicado fundamentalmente a la realización de obras de encargo de temática religiosa, una faceta necesaria por aquellas fechas para poder subsistir, con la realización de series de azulejos sueltos con motivos taurinos, o folklóricos, incluso pequeños bodegones o motivos frutales para decoración de cocinas, actividad esta última que llevaba a cabo para clientes mallorquines, con quienes había entrado en contacto a comienzos de la década de los años cincuenta, cuando realizaba el servicio militar en Palma de Mallorca.

Sin embargo por su cabeza bullían otras ideas, así como el deseo de orientar su pintura en otro sentido, distinto a lo que era la mera repetición o copia de estampas u otros modelos que poco o nada dejaban al libre ejercicio de la mente.

Y es precisamente en ese año 1959, en el que participó y ganó un primer premio de la Asociación "El Micalet" de Valencia, con una composición sobre la Virgen María y el Niño, de corte moderno para lo que era la época, en donde las imágenes presentaban unas formas muy esquematizadas, de corte geometrizante; cuando también decide llevar a cabo una obra mucho más atrevida, en todos los sentidos.

Se trataba de la representación de una figura humana, femenina, desnuda, algo poco o nada frecuente, en los talleres cerámicos de la Onda de la época, hecha con trazos simples, gruesos, poco definidos, y un único color, el rojo, que será tan característica pocos años después, si bien con otros matices, y un fondo no menos fuerte, con predominio de verde, morado, amarillo y azul oscuro, mezclado con gruesas pinceladas en negro.

Un definitiva, una recreación de las antiguas imágenes de Venus desnuda, tal como ha sido tan frecuente desde la antigüedad, pero desde una perspectiva del siglo XX, con influencias de algunos de los grandes pintores de la época, y seguramente inspirado en algunos dibujos y grabados de Picasso, por quien tanta admiración sentía, como dejó constancia en algunos de sus escritos conservados actualmente.

El cuadro es muy interesante. Pintado sobre azulejos de 10 x 10 cms., tiene una enorme fuerza y demuestra la seguridad que tenía en esos momentos Manolo Safont a la hora de dibujar. Atrás habían quedado los años de aprendizaje, como queda patente en alguno de los dibujos a lápiz conservados de 1957-58, y con estos experimentos trata de abrir paso hacia otras formas de expresión, que aún tardarán unos pocos años más en manifestarse, a mediados de los años sesenta.







miércoles, 9 de octubre de 2013

El retrato de 1971

En el año 1971 Manolo Safont se hizo una foto de estudio, para su publicación en el catálogo de la exposición que efectuó en Castellón dicho año. Creemos que el autor de la fotografía fue el fotógrado Rosendo Esteller, que había retratado a Manolo Safont en algunas ocasiones desde hacía muchos años.

En principio se hubiera trata de un retrato como otro cualquiera, bien realizado, tratando de mostrar una imagen un tanto original del retratado, y así podemos verlo en la fotografía primera que reproducimos a continuación.

Pero Rosendo Esteller quiso hacer algo distinto, y forzó las calidades del negativo por métodos que desconocemos por no ser profesionales en la materia, y lo que era una fotografía más, se convirtió en una imagen icónica de Manolo Safont, que no solo eligió para la portada del citado catálogo de Castellón, sino que con posterioridad se publicó en multitud de ocasiones y sirvió para promocionar notablemente su persona y su trabajo.

El resultado de esta manipulación, dicho sea en sentido positivo, podemos comprobarlo a través de la fotografía segunda, que también reproducimos a continuación.

 
Versión primera
 
 
Versión segunda



La exposición de Onda de 1973-74

Entre diciembre de 1973 y enero de 1974 Manolo Safont llevó a cabo en Onda, en la Sala Municipal de Exposiciones existente en el Ayuntamiento, una magnífica exposición de su obra reciente, en mi opinión la mejor exposición de todas las que hizo a lo largo de su trayectoria, no solo por la distribución en la sala, que colaboraba a pesar de su aparente sencillez a realzar cualquier obra de arte que se expusiera en ella, sino por la calidad y solidez de todos los trabajos realizados por Manolo Safont en los dos años anteriores.

Actualmente ninguna de estas piezas puede contemplarse, si no es a través de reproducciones, porque en poco tiempo fueron pasando a colecciones públicas y privadas y, por tanto, se dispersaron totalmente. Quizá la obra "Alambrada", que figura a la izquierda (nuestra derecha) en la fotografía en la que aparece Manolo Safont enmedio de dos cuadros, sería la de más fácil accesibilidad, puesto que fue adquirida por la Diputación de Castellón, en compañía de cuatro otras importantes suyas de distintas fechas.

En las imágenes que figuran a continuación podemos ver algunas imágenes y algunas obras expuestas en dicha muestra en Onda.












Foto en el taller de la casa de la Morería

A comienzos de los años 80 el taller de Manolo Safont en la vieja-nueva casa de la Morería ya estaba en plena actividad y sobre todo decorado con algunas de sus propias obras, así como las de los diferentes artistas con las que a lo largo de los años aintercambió/regaló obras, como es el caso de la pintura de Amat Bellés, con una doble figura femenina, en positivo y negativo que figura justo encima de Manolo en la fotografía que publicamos a continuación.

Durante varios años, sin embargo, mantuvo parte de su taller en su antigua ubicación y fue efectuando el traslado poco a poco, debido a la gran cantidad de materiales que había ido acumulando a lo largo de los años. El taller de la Morería quedó activado completamente a partir de 1984, cuando pudo disponer allí mismo de un horno eléctrico propio.








Una representación de la "Ultima Cena", de 1953

En el año 1953 y ya con taller propio instalado con taller propio en la última planta de una casa en El Raval de Onda, Manolo Safont se hallaba en los comienzos de su actividad profesional. Aprendía rápido pero en esos primeros años aún se evidencia una dureza en el dibujo sobre azulejo que, en cambio, sobre el papel ya tenía resuelta.

De estos primeros años será también la decoración de la capilla de la Comunión de la Iglesia Parroquial de Onda, o el enorme mural de la fachada de la iglesia parroquial de Sueras.

En esta ocasión se atrevió con una copia de gran formato, que estaba destinada para el seminario de Tortosa, en donde seguramente todavía se encontrará allí, si bien no hemos comprobado esta afirmación. No sabemos si se realizó totalmente en color azul, como en alguna ocasión afirmó haber hecho una en ese color, o bien esta pieza sería polícroma y la "Cena" de color azul sería una de menor tamaño destinada a un familiar.

De este mural en gran formato existe la fotografía que publicamos a continuación, efectuada durante el proceso de realización, en donde podemos ver también la reproducción de la "Ültima Cena" de Leonardo da Vinci, conservada en Milán, que fue nada menos que el modelo de donde se inspiró.







lunes, 9 de septiembre de 2013

Fotografía recuerdo escolar

Conservamos una fotografía de los alumnos del curso al que asistía Manolo Safont en las escuelas del castillo de Onda regentadas por los Padres Carmelitas.
 
Hasta hace unos días no teníamos la certeza de quien pudiera ser en realidad nuestro ceramista, y de hecho publicamos una información que ahora hemos modificado, después de que un amigo de juventud del artista, de su misma edad y que también figura en la imagen, José Vicente Bagant Traver, nos haya identificado a Manolo Safont, que es el niño que se encuentra de pie, en la fila superior, en cuarto lugar, comenzando por la derecha.

El maestro era el padre Carmelo, que se encuentra en el centro de la imagen, y justo a su lado, el niño situado en quinto lugar de la segunda fila, comenzando desde arriba, es precisamente José Vicente Bagant Traver, que fue torero en su juventud y cronista taurino en la televisión local durante muchos años. Tiene 83 años de edad, y nos cuenta que, efectivamente, la fotografía se tomó hacia 1939-40.
 

Foto de grupo a las puertas de la iglesia de la Asunción de Onda.Imagen de inmediata postguerra


Fragmento de la Fotografía. Manolo Safont es el primero por la izquierda, de la fila superior


Otro fragmento de la Fotografía. José Vicente Bagant es el niño que hay justo a su derecha, en la fila de abajo



 

viernes, 2 de agosto de 2013

El grito: un dibujo bellísimo (hacia 1968-70)

Se conserva un pequeño conjunto de dibujos de Manolo Safont, sin fecha, pero que por su temática y otros elementos de carácter simbólico bien pudieran haber sido hechos entre 1968 y 1970 y están bastante más cuidados, más trabajados, que la mayoría de los dibujos suyos actualmente conocidos, que en su mayor parte eran esbozos de composiciones, ideas plasmadas sobre papel para su elaboración posterior.
 
En este caso sin embargo estamos hablando de dibujos especiales, de gran formato, el primero de los cuales es un ejemplo de la calidad de Manolo Safont como dibujante. Se trata de un rostro levemente apuntado, emergiendo de unas sombras, que está gritando, impotente ante la opresión manifiesta de una época en la que la falta de libertades en España era tan evidente.


lunes, 29 de julio de 2013

Un boceto de El Salvador, de la primera mitad de los años sesenta

La mayor parte de los dibujos conocidos de Manolo Safont son difíciles de situar cronológicamente, porque en casi ningun caso se encuentran fechados, motivo por el cual hay que acudir a su comparación con cuadros cerámicos que sí lo están, o que sencillamente por conocimiento directo se sabe cuando se llevaron a cabo.

Sería el caso de este boceto que representa la imagen de El Salvador, patrón de Onda, cuya festividad está ya muy próxima, razón por la cual lo hemos elegido para esta entrada en el blog.

El dibujo es muy esquemático, pero estoy realizado con mucha soltura, tal como la práctica totalidad de los conocidos. Mide aproximadamente 8 x 25 cms., y se le supone boceto de algun cuadro que pudo llevar a cabo, como sucede con otros bocetos de santos y vírgenes realizados en los años cincuenta y sesenta del pasado siglo.

Por su estilo en este caso se trataría de un dibujo realizado a comienzos de los años sesenta, que puede relacionarse con el gran mural de la oficina de Onda de la Caja de Ahorros de Castellón, del que nos ocupamos en una entrada anterior, así como con otras imágenes religiosas realizadas por aquellas mismas fechas, aunque a diferencia de otros dibujos no está cuadriculado, lo que impide saber si Safont lo tenía proyectado para realizar en un formato concreto.



 




miércoles, 24 de julio de 2013

Un abstracto clásico

En el año 1973 Manolo Safont realizó este cuadro, que podemos situar en un momento muy importante de su trayectoria, tras la superación de los primeros abstractos en los que figuras humanas más definidas presidían las composiciones, denunciando la opresión obrera por parte de un capitalismo feroz (un tema muy actual como puede verse), así como la falta de libertades, en una época en la que los últimos coletazos del franquismo eran bien patentes.
 
Entre 1973 y 1974 Safont realizó un conjunto de cuadros tremendamente importantes y el que reproducimos a continuación tuvo para él un especial significado, no en balde poco después de su realización lo depositó en el Museo de Arte Contemporáneo de Vilafamés, en donde estuvo expuesto varios años en su sala principal, en compañía de obras de notables artistas contemporáneos españoles del momento.
 
Representa a una víctina de la represión, acribillada a balazos, pero se trata de una figura diluida en un intenso juego de colores y materia especialmente bien trabajada, que orienta la mirada del espectador en primer lugar hacia el lado meramente estético de la obra, pero el mensaje que transmite va llegándole poco a poco con posterioridad.


 
En los detalles de este mismo cuadro que presentamos a continuación, puede comprobarse la calidad de su trabajo, y el dominio del empleo de la materia, a la que él se refiere en muchos de sus apuntes manuscritos conservados. Son en realidad como pequeñas obras de arte por sí solos, aunque formen parte de un mismo trabajo.
 
 







 
 
 
 
 

miércoles, 17 de julio de 2013

Cerámicas de Manolo Safont en el Museu del Taulell d'Onda

La mayor parte de las piezas de cerámica realizadas y conservadas en la casa de Manolo Safont a su fallecimiento en 2005, pasaron al Museu del Taulell de Onda, que lleva su nombre, en donde hace años se llevó a cabo una exposición de las mismas, posteriormente fueron almacenadas y desde principios del mes de mayo del corriente año vuelven a estar expuestas al público y pueden ser contempladas por los visitantes del Museo.
 
Con este motivo se llevaron a cabo diversos reportajes gráficos para difundir la noticia, entre los cuales el más completo y extenso fue el realizado por Nadal Escrig para la edición digital de la revista <<El Triángulo>>, quien nos ha cedido y permitido la reproducción de dichas fotografías para su difusión en este blog, y no podemos hacer sino agradecer su amabilidad.
 
El enlace al citado reportaje es el que sigue a continuación:
 
 
Las fotografías siguen el orden establecido por el propio Museo para la exhibición de la colección de cerámicas de Manolo Safont, y aunque hay un cierto orden cronológico del conjunto, en realidad no fue esa la pretensión, sino la de la mera exposición de las mismas en un espacio concreto, para disfrute del público. Aún así, algunas de las piezas más antiguas se encuentran al comienzo del recorrido, y algunas de las más modernas al final del mismo.
 
A diferencia de otros artistas, Manolo Safont no fue guardando obras de cada una de sus etapas creativas, razón por la cual se echan a faltar algunos ejemplos de sus trabajos de tema religioso, o de tema decorativo, que fueron características de su producción en gran parte de los años sesenta. También falta alguna representación de sus obras de crítica al régimen político franquista de los últimos años de la década de los sesenta y primeros años de los setenta del pasado siglo, seguramente la etapa más conocida de su producción; pero ello no supone demérito alguno para el medio centenar de obras que componen la colección, sin duda alguna la más extensa e importante existente hoy en día.
 
A continuación reproducimos las fotografías realizadas por Nadal Escrig, para integrarlas en el discurso de este blog, con el fin de que nuestros visitantes también puedan tener una idea de conjunto sobre la producción de Manolo Safont, puesto que las entradas publicadas hasta el momento y las que en el futuro se realicen, abarcarán aspectos muy puntuales de su trabajo, o de su vida.


 
 


Las dos primeras imágenes contienen trabajos realizados principalmente a lo largo de la década de los años cincuenta del pasado siglo, y que en algunos casos se hallan muy próximos a sus producciones, hasta ahora muy poco conocidas, de finales de los años cuarenta.
 
 

En la fotografía anterior podemos ver una imagen femenina, que es un raro ejemplo de sus trabajos figurativos que caracterizan los últimos años de la década de los cincuenta y principios de los sesenta, que plasmó sobre todo en piezas de temática religiosa. El cuadro de la parte inferior, en tonos verdes, es un buen ejemplo de sus primeros trabajos abstractos, realizados en la década de los años sesenta, y del mismo modo lo es el cuadro grande de la parte superior, con un estilo más depurado, que Manolo Safont estimaba especialmente y que decoró la sala de estar de su primera casa, en la plaza del Raval.



En la fotografía anterior casi veinte años separan la realización del cuadro de la parte superior izquierda, que es un bodegón de comienzos de los años sesenta, de su compañero de la parte derecha, pintado muy a finales de los años setenta. Y alrededor de unos diez a quince años después llevaría a cabo el cuadro de la parte inferior.



También es muy destacable en esta imagen el cuadro rojo de la parte superior derecha, una pieza muy importante y estimada por el autor, que creemos que pintó en la segunda mitad de la década de los años sesenta. Y de casi veinte años después es placa de la parte inferior izquierda de la fotografía, donada al Museo por doña Mª Pilar Gregorio.



También hay piezas de épocas distintas en la fotografía anterior. En esta ocasión hay que señalar que los cuatro cuadros pequeños de la parte central, así como el cuadro de la parte inferior izquierda corresponden a trabajos realizados en los años sesenta y entre ellos siempre ha llamado la atención la placa con la mano en rojo del propio artista, que se convirtió en una de sus señas de identidad. También se conserva un dibujo a color de la mano, que durante mucho tiempo estuvo colgado en la pared de su estudio, en la casa de la plaza del Raval. Los restantes cuatro cuadros fueron realizados a finales de los años setenta en un caso, y con bastante posterioridad los otros tres.








 
La práctica totalidad de piezas de las últimas fotografías corresponde a los décadas de los años ochenta y noventa del pasado siglo, y en especial entre las últimas se sitúan las de la imagen antecedente, que suponen una fractura con la mayor parte de su producción anterior, siendo unos trabajos un tanto inquietantes que será conveniente analizar mejor a través de la documentación conservada, para poder entender su significado real en el conjunto de su trayectoria artística.