Con el paso de los años alguno de estos trabajos ha desaparecido, al menos de la contemplación pública (como el mural de la Caja de Ahorros, actualmente desmontado pero conservado en el Museo del Azulejo, y en estos momentos en esperanzador proceso de restauración que le devuelva el esplendor perdido), pero el resto de decoraciones cerámicas se han conservado, en mayor o menor grado de deterioro.
También se han destruido las decoraciones no cerámicas del interior del Cine Mónaco, durante el proceso de reforma experimentado hace unas dos décadas.
La decoración para la fachada y entrada de la Caja Rural de Onda, en su sede de la calle de San Miguel 1, de Onda, actualmente destinada a Obra Cultural, es probablemente el trabajo más meditado a pesar de su aparente sencillez, pues a base de un juego de ondulaciones, en dos tonos de azul, blanco, negro y gris, consigue crear una sensación de movimiento que imprime ritmo y resta monotonía y frialdad a la piedra dura y al cristal, dominantes en la plana fachada del edificio.
El trabajo fue resultado de un largo proceso de elaboración, que supuso la realización de un importante número de bocetos, en blanco y negro y color, alguno de gran tamaño y realizados a escala, de los cuales hemos conservado alrededor de una docena, que dan buena cuenta de la minuciosidad de su trabajo, lo que por un lado demuestra su preocupación por llevar a cabo un trabajo muy serio, aunque precisamente la lentitud de dicho proceso le acarrearía en algunas ocasiones, no en esta, más de un problema de demora en la entrega de sus obras.
Reproducimos a continuación alguno de estos dibujos, que son buen exponente de cuanto acabamos de decir, y sobre los que habrá que ocuparse en otra ocasión, para intentar reproducir en la medida de lo posible ese proceso creativo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario